Pintura de Alexandre Cabanel - Albayde
POEMA DEL TIEMPO
Te veo venir, de soslayo
Cada vez que me miro
Y veo día a día cautivo
A tu fiel y tu vasallo
Y veo en miradas vagando
Dulces otoños prendidos
Susurros, antiguos gemidos
Borrando mi ordeno y mi mando
Y cada vez veo, penando
Arreboles en mi cara, perdidos
Tras el fugaz sueño, suspiros
Amores caducos, vagando.
Y veo de tanto en tanto
Que cada día voy rendido
Hacia el final del camino
Y en pérdidas sombras, voy dejando llanto.
¡Conviértanse mis días en risas,
Conviértanse mis días en canto!