LA ENCICLOPEDIA
Recreo mi mirada
y mis ojos recogen todo el frío de la pequeña
estatua
de Afrodita y el sollozo
de una empedrada calle residencial
de Pompeya.
Descansan las enciclopedias igual
que descansan los sabios,
sobre toda sabiduría.
He observado la cara de “El
pobre pescador”
de Pierre Puvis de Chavannes,
tras las ventanas del Museo
del Louvre,
y todos los colores del otoño se
vierten en la barca.
Me pregunto qué pensaría Puvis
si levantara la cabeza.
¿Qué otros matices?
¿Qué insólita tristeza
exaltaría
en la cara del pescador?
Toda obra sigue el rigor que
marca el tiempo.
Ahora las
enciclopedias son una corriente
lamida de silencios hasta parecer muertas,
sin embargo,
el ojo de “El cíclope” de Odilón Redón sobre
esta hoja,
no me pierde de vista.
Carmela Rey
No hay comentarios:
Publicar un comentario