Claude Monet - Impresión, sol naciente (1872)
EL EMIGRANTE
Ahora que el temblor no es un
dolor fingido,
y que cuanto más grito la distancia,
más
recelo cualquier cambio:
que el perro que dejé cruce el
umbral de la puerta
y nunca vuelva, que haga como
yo,
atravesar los ojos de la mar con
el olor del último verano.
Ahora que otro punto cardinal me
aparta de la esperanza de ti,
ahora, justo ahora,
que estoy en la misma grieta que
estuvieron otros,
puede que regrese o no.
Temo que el viento
haya dispersado la poca piel que
dejé en mi tierra.
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